Agarro el teléfono y le llamo.
-¿Qué pasa compañero?
-Jaime, te escucho fatal ... Estamos fuera con una pitada a la Dirección del Centro y no te oigo.
-Pero, ¿qué pasa?
-Que tenemos follón.
-Recojo mis cosas, vamos para allá y me cuentas.
Han comenzado concentrándose y tratar las reivindicaciones que componen su lucha. Han acordado comenzar un encierro en el centro de trabajo.
Según me cuentan dos compañeros de Comisiones Obreras de la Residencia sus reivindicaciones y las causas de su indignación son:
- Discriminación del Servicio Regional de Biesnestar Social, -Consejería de Familia y Asuntos Sociales-, hacia los y las trabajadoras de la Residencia en la forma de aplicar el aumento de jornada laboral, de 35 horas semanales a 37,5 horas.
- Esta aplicación de la ampliación de la jornada laboral imposibilita la conciliación de la vida laboral y familiar.
- Derecho a que las plantillas de horarios mensuales y anuales tengan la suficiente antelación para organizar y conciliar la vida laboral y familiar.
- Según expresa un informe del Servicio de Prevención de la Comunidad de Madrid, los trabajadores y trabajadoras de la Residencia presentan unas condiciones de trabajo muy inadecuadas.
- No se han cubierto veintiséis vacantes, ni trece excedencias, ni reducciones de jornada, ni las bajas por incapacidad temporal, lo que repercute en la atención al residente por el incremento de la carga de trabajo en una plantilla disminuida.
- Hay ingresos de residentes, calificados como grandes dependientes, -Grado III, nivel II-, sin un aumento previo de la plantilla, lo que repercute negativamente también en la atención al residente.
- Vulneración e incumplimiento del Convenio Colectivo.
La ampliación de la jornada laboral, unilateralmente decretada por el Gobierno, y los graves déficits que presenta el Plan de Prevención de Riesgos Laborales de la Residencia repercuten muy negativamente en las condiciones de trabajo de los trabajadores y trabajadoras, así como en la atención a los residentes.
El número de residentes es de quinientos cuatro, a los que hay que sumar otros treinta que están en la Residencia como Centro de Día.
Es un golpe más a los servicios públicos de nuestra Comunidad de Madrid, que depaupera, menoscaba y minimiza el Gobierno del Partido Popular.
Servicios públicos que si funcionan es por el compromiso profesional de sus trabajadores y trabajadoras, por su vocación de servicio público, de atención a los demás.
Las condiciones de trabajo no se imponen en la desigual relación entre empleador y empleado, si no que deben ser objeto de negociación y de acuerdo satisfactorio para ambas partes.
Compañeros y compañeras, vuestras reivindicaciones son justas y necesarias para compatibilizar vuestra vida laboral y familiar, para que vuestro trabajo sea saludable y no un foco de riesgos que repercuten en el servicio que prestáis y, en última instancia, en vuestra salud.
Trabajamos para ganarnos la vida, no para perderla.
Ante la imposición dictatorial de vuestras condiciones de trabajo contáis con nuestro apoyo y solidaridad en vuestras reivindicaciones tan justas.
Mucha fuerza y ánimo en vuestra lucha, que es también, como trabajadores, la nuestra.
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