domingo, 31 de enero de 2010

Marcha contra la corrupción

La gripe me impidió realizar la Marcha contra la corrupción, pero no me impidió acudir a la recepción de los compañeros en la Plaza de Neptuno.

Ahí, os dejo unas fotos.


La cabeza de la marcha.



El cortejo de la UJCE, que no se pierde una. ¡Salud, camaradas!



Las obras de la calle del Congreso de los Diputados nos llevó a zigzaguear por las calles aledañas para alcanzar el Ateneo de Madrid



El salón de actos del Ateneo de Madrid donde se clausuraba la Marcha. Rápidamente se llenó y muchos nos tuvimos que conformar con quedarnos en la puerta

Cuba, para la reflexión



Santiago Alba Rico, Carlos Fernández Liria, Belén Gopegui y Pascual Serrano


Estos son tiempos para la reflexión en economía. Tras algunas décadas de predominio neoliberal patrocinado por la escuela de Chicago, la economía mundial se encuentra frente a una crisis de consecuencias imprevisibles, pero en cualquier caso gravísimas. Lo mínimo que se podría pedir al espíritu científico es cambiar los paradigmas, invertir las evidencias, reaccionar, en suma, ante esta bancarrota intelectual que impidió diagnosticar y prever la catástrofe que se avecinaba. ¿Es eso lo que se está haciendo?

Hemos conocido distintas versiones más o menos destructivas del capitalismo, lo mismo que del socialismo. Pero, respecto a la lógica interna que distingue a uno del otro, hay algo que debería hoy interesarnos vivamente. El socialismo puede dejar de crecer, el capitalismo no. El socialismo puede ralentizar la marcha, el capitalismo no.

Pensemos en el ejemplo de Cuba. Al hundirse la URSS, Cuba perdió repentinamente el 85% de su comercio exterior. Su producto interior bruto decreció nada menos que un 33% en términos absolutos. Uno puede hacerse una idea de la catástrofe si se piensa que en Europa nos echamos a temblar ante la perspectiva de perder un punto en el crecimiento previsto. Y a ello se unió un endurecimiento del bloqueo estadounidense. Sin embargo, la gente no murió de hambre en Cuba, no perdió sus zapatos, ni su educación, ni su seguridad social, ni tampoco su dignidad. Lo pasaron muy mal, pero no se enfrentaron al fin del mundo como habría ocurrido con semejantes indicadores en los países capitalistas.

En medio de la actual sacudida, cuando el capitalismo destruye cuerpos en África y puestos de trabajo en España, cuando erosiona sin remedio las condiciones de habitabilidad del hogar humano, cuando para ello tiene al mismo tiempo que recurrir al lubricante de las mafias, al estímulo de los integrismos religiosos, a la restricción de los derechos laborales y al recorte de las libertades, en ese momento, todas las miradas se dirigen, en efecto, hacia Cuba… pero para condenarla y hostigarla. ¿Por qué? ¿Qué pasa allí? ¿El récord de muertos en un solo día? En México. ¿El de sindicalistas y periodistas asesinados? En Colombia. ¿El de pogromos racistas contra inmigrantes? En Italia. ¿Homofobia? En Polonia. ¿Xenofobia institucionalizada y leyes raciales? En Israel. ¿Fanatismo religioso y machismo criminal? En Arabia Saudí. ¿Control de las comunicaciones, suspensión del habeas corpus, tortura, secuestros, asesinatos de civiles? En EEUU. ¿Malos tratos a detenidos, periodistas e intelectuales procesados, periódicos cerrados, corrupción galopante, inmigrantes en centros de internamiento? En España.

Bien, aceptemos que, en este cuadro dantesco, Cuba es apenas un “mal menor”. El que desde Europa y desde España se preste tanta atención negativa al país con menos problemas del planeta –como ha hecho el diputado Luis Yáñez (Público, 9-1-10)– demuestra de sobra, en todo caso, que no es lo malo de Cuba lo que se censura, sino lo que en Cuba se opone a esta lógica dantesca y a sus efectos; es decir, lo que tiene precisamente de bueno.

Los economistas Jacques Bidet y Gérard Duménil recuerdan que lo que salvó al capitalismo en las primeras décadas del siglo pasado fue la organización; es decir, la misma planificación que los liberales identifican horrorizados con el socialismo. Gobiernos e instituciones planificaron31 sin parar, como siguen planificando ahora, aunque lo hicieron para conservar y aumentar los beneficios y no para conservar la vida y aumentar el bienestar humano. Pero la planificación es ya, como quería Marx, un hecho. Basta sólo cambiarla de signo. En los últimos 60 años, la minoría organizada que gestiona el capitalismo global se ha visto apoyada, a una escala sin precedentes, por toda una serie de instituciones internacionales (el FMI, el Banco Mundial, la OMC, el G-8, el G-20 etc.) que han concebido en libertad, y aplicado contra todos los obstáculos, políticas de liberalización y privatización de la economía mundial. El resultado salta a la vista.

¿Y si planificásemos al revés? ¿Y si prestásemEstos son tiempos para la reflexión en economía. Tras algunas décadas de predominio neoliberal patrocinado por la escuela de Chicago, la economía mundial se encuentra frente a una crisis de consecuencias imprevisibles, pero en cualquier caso gravísimas. Lo mínimo que se podría pedir al espíritu científico es cambiar los paradigmas, invertir las evidencias, reaccionar, en suma, ante esta bancarrota intelectual que impidió diagnosticar y prever la catástrofe que se avecinaba. ¿Es eso lo que se está haciendo?

Hemos conocido distintas versiones más o menos destructivas del capitalismo, lo mismo que del socialismo. Pero, respecto a la lógica interna que distingue a uno del otro, hay algo que debería hoy interesarnos vivamente. El socialismo puede dejar de crecer, el capitalismo no. El socialismo puede ralentizar la marcha, el capitalismo no.


Pensemos en el ejemplo de Cuba. Al hundirse la URSS, Cuba perdió repentinamente el 85% de su comercio exterior. Su producto interior bruto decreció nada menos que un 33% en términos absolutos. Uno puede hacerse una idea de la catástrofe si se piensa que en Europa nos echamos a temblar ante la perspectiva de perder un punto en el crecimiento previsto. Y a ello se unió un endurecimiento del bloqueo estadounidense. Sin embargo, la gente no murió de hambre en Cuba, no perdió sus zapatos, ni su educación, ni su seguridad social, ni tampoco su dignidad. Lo pasaron muy mal, pero no se enfrentaron al fin del mundo como habría ocurrido con semejantes indicadores en los países capitalistas.

En medio de la actual sacudida, cuando el capitalismo destruye cuerpos en África y puestos de trabajo en España, cuando erosiona sin remedio las condiciones de habitabilidad del hogar humano, cuando para ello tiene al mismo tiempo que recurrir al lubricante de las mafias, al estímulo de los integrismos religiosos, a la restricción de los derechos laborales y al recorte de las libertades, en ese momento, todas las miradas se dirigen, en efecto, hacia Cuba… pero para condenarla y hostigarla. ¿Por qué? ¿Qué pasa allí? ¿El récord de muertos en un solo día? En México. ¿El de sindicalistas y periodistas asesinados? En Colombia. ¿El de pogromos racistas contra inmigrantes? En Italia. ¿Homofobia? En Polonia. ¿Xenofobia institucionalizada y leyes raciales? En Israel. ¿Fanatismo religioso y machismo criminal? En Arabia Saudí. ¿Control de las comunicaciones, suspensión del habeas corpus, tortura, secuestros, asesinatos de civiles? En EEUU. ¿Malos tratos a detenidos, periodistas e intelectuales procesados, periódicos cerrados, corrupción galopante, inmigrantes en centros de internamiento? En España.

Bien, aceptemos que, en este cuadro dantesco, Cuba es apenas un “mal menor”. El que desde Europa y desde España se preste tanta atención negativa al país con menos problemas del planeta –como ha hecho el diputado Luis Yáñez (Público, 9-1-10)– demuestra de sobra, en todo caso, que no es lo malo de Cuba lo que se censura, sino lo que en Cuba se opone a esta lógica dantesca y a sus efectos; es decir, lo que tiene precisamente de bueno.

Los economistas Jacques Bidet y Gérard Duménil recuerdan que lo que salvó al capitalismo en las primeras décadas del siglo pasado fue la organización; es decir, la misma planificación que los liberales identifican horrorizados con el socialismo. Gobiernos e instituciones planificaron sin parar, como siguen planificando ahora, aunque lo hicieron para conservar y aumentar los beneficios y no para conservar la vida y aumentar el bienestar humano. Pero la planificación es ya, como quería Marx, un hecho. Basta sólo cambiarla de signo. En los últimos 60 años, la minoría organizada que gestiona el capitalismo global se ha visto apoyada, a una escala sin precedentes, por toda una serie de instituciones internacionales (el FMI, el Banco Mundial, la OMC, el G-8, el G-20 etc.) que han concebido en libertad, y aplicado contra todos los obstáculos, políticas de liberalización y privatización de la economía mundial. El resultado salta a la vista.

¿Y si planificásemos al revés? ¿Y si prestásemos un poco de atención positiva a Cuba? Esto no lo hemos probado aún, pero lo que intuimos en la actualidad es más bien esperanzador: a partir de una historia semejante de colonialismo y subdesarrollo, el socialismo ha hecho mucho más por Cuba que el capitalismo por Haití o el Congo. ¿Qué pasaría si la ONU decidiese aplicar su carta de DDHH y de Derechos Sociales? ¿Si la FAO la dirigiese un socialista cubano? ¿Si el modelo de intercambio comercial fuera el ALBA y no la OMC? ¿Si el Banco del Sur fuese tan potente como el FMI? ¿Si todas las instituciones internacionales impusiesen a los díscolos capitalistas programas de ajuste estructural orientados a aumentar el gasto público, nacionalizar los recursos básicos y proteger los derechos sociales y laborales? ¿Si seis bancos centrales de Estados poderosos interviniesen masivamente para garantizar las ventajas del socialismo, amenazadas por un huracán?

Podemos decir que la minoría organizada que gestiona el capitalismo no lo permitirá, pero no podemos decir que no funcionaría. Según una reciente encuesta de GlobeSpan, la mayoría que lo padece (hasta un 74%) apuesta ya por otra cosa.

En su artículo, el diputado Yáñez decía amar a Cuba. Por eso, le deseaba lo mejor: incorporarse al capitalismo, justo cuando este ha demostrado su fracaso y su incompatibilidad, al mismo tiempo, con el bienestar humano y con la democracia, con la dignidad material y con el derecho. Nosotros no amamos a Cuba: respetamos a sus hombres y mujeres por lo que han hecho y por lo que siguen haciendo. Quizás a Yáñez le tranquilice pensar en Colombia o en Arabia Saudí. A nosotros nos tranquiliza pensar en Cuba, esa isla donde incluso los límites, los problemas, los errores de la revolución señalan inflexiblemente, desde hace 51 años, la posibilidad histórica de una superación del capitalismo y de una alternativa a la barbarie.os un poco de atención positiva a Cuba? Esto no lo hemos probado aún, pero lo que intuimos en la actualidad es más bien esperanzador: a partir de una historia semejante de colonialismo y subdesarrollo, el socialismo ha hecho mucho más por Cuba que el capitalismo por Haití o el Congo. ¿Qué pasaría si la ONU decidiese aplicar su carta de DDHH y de Derechos Sociales? ¿Si la FAO la dirigiese un socialista cubano? ¿Si el modelo de intercambio comercial fuera el ALBA y no la OMC? ¿Si el Banco del Sur fuese tan potente como el FMI? ¿Si todas las instituciones internacionales impusiesen a los díscolos capitalistas programas de ajuste estructural orientados a aumentar el gasto público, nacionalizar los recursos básicos y proteger los derechos sociales y laborales? ¿Si seis bancos centrales de Estados poderosos interviniesen masivamente para garantizar las ventajas del socialismo, amenazadas por un huracán?

Podemos decir que la minoría organizada que gestiona el capitalismo no lo permitirá, pero no podemos decir que no funcionaría. Según una reciente encuesta de GlobeSpan, la mayoría que lo padece (hasta un 74%) apuesta ya por otra cosa.

En su artículo, el diputado Yáñez decía amar a Cuba. Por eso, le deseaba lo mejor: incorporarse al capitalismo, justo cuando este ha demostrado su fracaso y su incompatibilidad, al mismo tiempo, con el bienestar humano y con la democracia, con la dignidad material y con el derecho. Nosotros no amamos a Cuba: respetamos a sus hombres y mujeres por lo que han hecho y por lo que siguen haciendo. Quizás a Yáñez le tranquilice pensar en Colombia o en Arabia Saudí. A nosotros nos tranquili)za pensar en Cuba, esa isla donde incluso los límites, los problemas, los errores de la revolución señalan inflexiblemente, desde hace 51 años, la posibilidad histórica de una superación del capitalismo y de una alternativa a la barbarie.
(http://blogs.publico.es/dominiopublico)

sábado, 30 de enero de 2010

Lucha de clases (pero a la inversa)



Por lo que sabemos la lucha de clases es el motor de la historia. Lo que no sabíamos es que la lucha de clases se está produciendo a la inversa: son las clases sociales superiores o dominantes las que se han coaligado frente a la clase obrera para defender sus intereses.

Lo que los anglosajones denominan "establishment", poderes económicos, políticos y mediáticos son los que marcan la agenda política en nuestras sociedades.

Los medios de los que disponen les permiten el acceso a todo tipo de recursos, -económicos, políticos, mediáticos-, lo que convierte su poder en irresistible.

Son menos, pero han comprobado que organizados, agregando intereses de clase y promoviendo sus intereses y cultura de clase tienen todo a sus píes, frente a la clase trabajadora segmentada, aturdida, alienada, explotada, precarizada que sólo atisba soluciones individuales a sus problemas que son sociales, propios de su clase social.

Neoliberales con sus programas económicos de ajuste positivo, ideólogos de un Estado mínimo que no se interponga, ni se inmiscuya en la marcha de sus negocios cada vez más transnacionales; neoconservadores, auténtica imagen de la reacción, deseosos de volver a un pasado romántico de individualismo, hogar, familia, ley y orden; clero que no sólo defiende sus intereses materiales vía Concordato, si no que pretende que su moral sea universal y única; clases urbanas profesionales y liberales que han sucumbido al "canto de la sirena" de los discursos de los grupos anteriores y que ven en ellos a los defensores de sus intereses, en contra de una inmensa mayoría.

viernes, 29 de enero de 2010

El Congreso del Partido Comunista de Madrid



En el próximo Congreso de nuestro Partido deberíamos considerar las siguientes cuestiones:

  • La Política. Así, en mayúsculas, como en la obra de Aristóteles. Debemos conocer la realidad para transformarla y su transformación viene de la mano de la Política, no de quién o quiénes están en los órganos de decisión o dirección. Las líneas políticas y la estrategia y tácticas que de ella se deriven nos proporcionarán las pistas para conocer los camaradas más capaces y dispuestos para poner en práctica esa Politica y ahondar en ella.
  • La coherencia. La distancia entre la teoría, el discurso político, y nuestra forma de hacer las cosas, de poner esa teoría en práctica debe coincidir, casar, como un píe en un calcetín.
  • La disciplina. Gran valor comunista que algunos han dejado en el baúl de los recuerdos. Las decisiones adoptadas en los Congresos y en los órganos de dirección y decisión del Partido se toman para ser respetadas y llevadas a la práctica, sin más discusión que las que haya habido en esas instancias y en ese preciso momento. Una vez debatiadas las cuestiones oportunas hay que ponerlas en pŕactica sin más debate. De lo contrario los debates se hacen eternos y no se produce ninguna actividad, más allá de ese mismo debate, que se convierte en algo estéril. Bien puede tratarse de una estrategia de la minoría para evitar la acción politica que emane de ese debate y de las decisiones que traiga consigo.
  • La comunicación. Tanto a nivel externo como interno. Hay que saber aprovechar la oportunidad que nos brinda Internet y sus múltiples canales de comunicación. La web de la que dispone el Partido en Madrid es paupérrima.
  • La militancia. Otro valor comunista, junto a la disciplina y la organización que parecen dormir el sueño de los justos. Hay que ser realistas y tomar conciencia de que los recursos de nuestro Partido de todo tipo, ya sean humanos, técnicos y económicos son muy limitados. La militancia, el compromiso, debe estar a la altura de esta necesidad imperiosa y no cabe tachar esto de mero voluntarismo. Debemos aplicarnos el lema "A cada cual según su necesidad, a cada cual según su capacidad.
  •  
    Salud y buen trabajo, camaradas

    Más humor de derechas. Hoy Gerardo Diaz Ferran


    Proseguimos con el humor de derechas.

    Fue anteayer, en una rueda de prensa, tras un acto del Foro Nueva Economía en el que participaba el Secretario General de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), nuestro querido Gerardo Diaz Ferrán.

    La pregunta sobre Air Comet tenía que salir y salió. La respuesta forma parte de la Historia Universal de la Infamia.

    Respondió que el tenía muchas empresas y que con la crisis eran como tener  décimos de lotería y que a alguna le tenía que tocar.

    Vamos, que todo el saber acumulado sobre la gestión de empresas, modelos input/output, econometría, contabilidad, análisis de inversiones, licenciaturas en Ciencias Empresariales o Económicas, masters MBA, etc., no valen para nada porque lo que que opera es ..., el azar en la dirección de empresas.

    La gestión de Air Comet es nefasta y todo se debe a ..., la mala suerte.

    Cuando los trabajadores despedidos vayan al Tribunal de lo Social, cabe esperar que el juez sea indulgente con el patrón de patrones y tenga en cuenta la malhadada fortuna del señor Diaz Ferrán, que a buen seguro esgrimirá como atenuante.

    miércoles, 27 de enero de 2010

    Canciones para "La Camarada de las Juve"




    "Stephanie Says". The Velvet Underground.


    Stephanie says that she wants to know 
    Why she's given half her life, to people she hates now 
    Stephanie says when answering the phone 
    What country shall I say is calling from across the world 

    But she's not afraid to die, the people all call her alaska 
    Between worlds so the people ask her 'cause it's all in her mind 
    It's all in her mind 

    Stephanie says that she wants to know 
    Why it is though she's the door she can't be the room 

    Stephanie says but doesn't hang up the phone 
    What sea shell she is calling from across the world 

    But she's not afraid to die, the people all cal her alaska 
    Between worlds so the people ask her 'cause it's all in her mind 
    It's all in her mind 

    She asks you is it good or bad 
    It's such an icy feeling it's so cold in alaska, 
    It's so cold in alaska, it's so cold in alaska

    martes, 26 de enero de 2010

    Lucha de clases. El sentido común






    Uno de los aspectos más interesantes de la hegemonía del pensamiento conservador, en la actualidad, es el éxito que ha tenido en conformar el "sentido común" de las personas.

    Los elementos que componen ese "sentido común" son los siguientes:
    • La solución del mercado siempre es preferible a la regulación y a la intervención del Estado.
    • La empresa privada supera al sector público en criterios de eficiencia, calidad, disponibilidad y precio.
    • El libre comercio podría tener desventajas temporales para algunos, pero en última instancia será mejor que el proteccionismo para toda la población de cualquier país.
    • Es normal y aconsejable que acividades como la atención médica y la educación sean lucrativas.
    • Unos impuestos más bajos, sobre todo para los ricos, garantizarán una mayor inversión y, por tanto, la prosperidad.
    • La desigualdad es inherente a cualquier sociedad y probablemente es genética, cuando no racial.
    • Si las personas son pobres, sólo pueden culparse a sí mismas porque el trabajo duro siempre es recompensado.
    • Una sociedad auténticamente libre no puede existir sin un mercado libre; de donde se sigue que el capitalismo y la democracia se apoyan mutuamente.
    • Unos gastos de defensa más elevados y un sector militar fuerte garantizarán la seguridad nacional.
    (Susan George: "El pensamiento secuestrado. Cómo la derecha laica y la religiosa se han apoderado de Estados Unidos".). 

    Resolución de los comuneros





    I
    Considerando nuestra debilidad
    Ustedes hacen leyes para avasallarnos
    En el futuro, esas leyes no serán cumplidas
    considerando que no queremos seguir siendo vasallos
    Considerando que ustedes entonces
    Nos amenazan con fusiles y cañones,
    Hemos acordado temerle, más que a la muerte
    A ésta vida amarga que llevamos.

    II
    Considerando que ahí están las casas
    Mientras ustedes nos dejan sin abrigo
    Hemos acordado mudarnos a ellas
    Pues no estamos cómodos en estos agujeros
    Considerando que ustedes entonces
    Nos amenazan con fusiles y cañones,
    Hemos acordado temerle, más que a la muerte
    A ésta vida amarga que llevamos.

    III
    Considerando que nos quedamos con hambre
    Mientras permitimos que ustedes nos roben
    Vamos a comprobar que sólo unas vidrieras
    Nos separan del buen pan que nos falta
    Considerando que ustedes entonces
    Nos amenazan con fusiles y cañones,
    Hemos acordado temerle, más que a la muerte
    A esta vida amarga que llevamos.

    IV
    Considerando que existe demasiado carbón
    Mientras nosotros sin carbón nos helamos
    Hemos acordado ir a buscarlo ahora mismo
    Considerando que así podemos calentarnos
    Considerando que ustedes entonces
    Nos amenazan con fusiles y cañones,
    Hemos acordado temerle, más que a la muerte
    A esta vida amarga que llevamos.

    V
    Considerando que ustedes no consiguen
    brindarnos un buen salario,
    nos hacemos cargo de las fábricas
    Considerando que sin ustedes podemos bastarnos
    Considerando que ustedes entonces
    Nos amenazan con fusiles y cañones,
    Hemos acordado temerle, mas que a la muerte
    A ésta vida amarga que llevamos.

    VI
    Considerando que no confiamos
    En lo que siempre promete el gobierno
    Hemos acordado bajo nuestra propia dirección
    Hacer feliz nuestra vida desde este momento
    Considerando que sólo obedecen a los cañones
    -ustedes no podrán entender otro idioma-
    nos vemos obligados, y eso si valdrá la pena
    ¡ a enfilar contra ustedes los cañones!

    lunes, 25 de enero de 2010

    Humor de derechas, de toda la vida. "La dictadura sindical"



    Todavía me estoy partiendo de risa.

    Resulta que voy al estanco de mi barrio para poder rellenar esa hermosa pitillera, que tuvo a bien regalarme mi hermana, y me encuentro con la portada de la revista "Actualidad Económica": "La dictadura sindical" y leo:

    "No se mueve un dedo en este país sin que reciba su visto bueno. El presidente Zapatero ha otorgado a los sindicatos un poder de veto sobre la política económica, que éstos ejercen sin disimulo, condenando el diálogo social y obstaculizando las reformas".

    La derecha de este país lleva ya largo tiempo mostrando los colmillos; desde aquella frase de Aznar, el peor presidente de este país desde la re-entre democrática, "somos una derecha sin complejos". Y llevan también largo tiempo con una campaña estratégica y perfectamente diseñada de difamación contra las organizaciones sindicales de este país.

    ¿Por qué las fuerzas sindicales? Porque son organizaciones de clase y no precisamente de su clase. Son un reducto de poder que aún no controlan ni domeñan, son un contrapoder fáctico en el seno de las empresas y en el ámbito estatal, vía diálogo social.

    ¿Por qué esa inquina? Porque no los han elegido ellos, porque no son de su clase, porque representan los intereses de la clase trabajadora.

    La sanidad en manos privadas




    Los efectos que tiene una gestión privada de un derecho social, inalienable, como es el de la asistencia sanitaria son:
    • No funcionan los mecanismos de control.
    • Se imponen al sector público fórmulas empresariales de dirección, e intereses corporativos y de gestión.
    • Gana la prioridad economicista a las necesidades de atención a la salud.
    • La participación social en salud es testimonial y sin capacidad de decisión, en especial cuando no va favor de lo establecido.
    • Se produce una sistemática y dolorosa degradación de las condiciones de trabajo.
    • Aumenta día a día la capacidad de decisión de las compañías de  seguros, farmaceúticas, biomemédicas, etc.
    • Al aceptar  como propios conceptos "de mercado" ya se habla de clientes en lugar de personas o personas enfermas.
    • Se razona en términos de coste-beneficio, sin reconocer que cuando se trata de lo público, y sobre todo en salud, tanto los costes como los beneficios son sociales.
    • Se intenta monopolizar la eficiencia para el sector privado, cuando nunca se ha demostrado que lo público sea ineficiente por naturaleza, como tampoco se admite que es inmoral la privatización de los recursos de salud y su despilfarro.
    La lucha debe centrarse en cuestiones tales como:
    • Reconocer el derecho a la salud como un derecho básico. La salud es un derecho y no una mercancía, exigiéndose la universalidad del derecho a la salud.
    • Desarrollo de los servicios públicos de salud que aseguren atención sanitaria de calidad y con un trato digno a toda la población.
    • Se debe asegurar la participación y control de la Administración y de la ciudadanía.
    • Los servicios de salud deben elevarse al alza. Debe nivelarse la atención, la formación, la investigación y el trato digno en salud, con especial atención a los condicionantes y desigualdades en salud de cada comunidad y sin sesgo de clase, edad, etnia o género.
    • Deben introducirse y aplicarse mecanismos de control y rendimiento de cuentas realmente democráticos.
    • Empoderamiento de las mujeres, especialmente afectadas por los recortes y precarización de los servicios de salud, junto con el de los trabajadores en su conjunto y los colectivos de ayuda mutua.

    (Ángels Martínez i Castells "Crisis, salud y participación". En "El Viejo Topo". Nº 264. Enero 2010. Bsrcelona).

    domingo, 24 de enero de 2010

    Lucha de clases. La alianza conservadora.



    La alianza conservadora trae consigo el resurgimiento del pensamiento conservador.

    Esta nueva alianza derechista está compuesta de varias facciones: neoliberales, neoconservadores, conservadores religiosos populistas y autoritarios, miembros profesionales y de miembros de la dirección y administración de los negocios de clase media

    Se combinan pues múltiples sectores del capital que abogan por soluciones mercantilistas neoliberales a los problemas sociales de todo tipo. Es la hegemonía del "economicismo": a través de la ciencia económica se acierta con las soluciones óptimas para problemas sociales de cualquier índole.


    El poder de esta alianza es enorme, ya que son muy hábiles para conectar con la gente que podría disentir de ellos, tales como los profesionales de clase media, que ven como se proletariza su trabajo día a día.

    En este caso desempeña un importante papel el de los medios de comunicación de masas. Anteriormente algunos de estos pudieron jugar un papel de altavoz del pensamiento crítico, pero en la actualidad se muestran como meras empresas de comunicación, generalmente participadas por inversionistas internacionales con intereses en diversos medios en diferentes países, articulados en transnacionales de la comunicación. En las democracias occidentales se repite el mismo mensaje en diferentes medios y en diferentes países.

    Este nuevo bloque hegemónico es escuchado por que está conectado a aspectos de las realidades que las personas experimentan. La tensa alianza de neoliberales, neoconservadores, activistas religiosos autoritarios y populistas y elementos de la nueva clase media profesional y de otros que provienen de la dirección y administración de los negocios trabaja para crear una verdadera articulación creativa de temas quee impactan y conectan profundamente con las experiencias, los miedos, las esperanzas y los sueños de la gente, tal como viven sus vidas diarias.

    No obstante para hacer triunfar sus postulados han manipulado la articulación de esos temas para integrarlos dentro de discursos racistas nacionalistas, las formas económicas dominantes y en un sentido problemático de tradición.

    Están organizados con la forma de entender las cosas el pueblo, sus vidas materiales y culturales reales.

    La modernización neo-conservadora ha remodelado radicalmente el sentido común en la sociedad. Ha trabajado en cada esfera, -la económica, la política y la cultural-, para alterar las categorías básicas que utilizamos para evaluar nuestras instituciones y nuestras vidas públicas y privadas. Ha establecido nuevas identidades. Se ha reorganizado de forma que, para ganar en el Estado, debe ganar primero en la sociedad civil, necesita trabajar a nivel de las experiencias diaria de las personas.

    La derecha ha demostrado el poder que presenta la lucha por el significado y la identidad, ganándola con altas dosis de cinismo y manipulación.

    Esta derecha colectivamente organizada, lo ha conseguido creando unidades descentralizadas, en donde cada elemento ha sacrificado algo de su agenda particular para empujar hacia adelante en aquellas áreas que los puso juntos rápidamente.

    Las luchas culturales y educativas no son, entonces, epifenoménicas. Cuentan y repercuten en las instituciones y en toda la sociedad.

    Los grupos dominantes han convencido a una gran cantidad de gente  de que los mapas de la realidad puestos a circular por aquellos con el mayor poder económico, político y cultural son, por descontado, más sabios que otras alternativas. Esto lo llevan a cabo agregando a estos mapas elementos de sentido común que la gente ya posee y así cambian los significados de los conceptos claves y las estructuras básicas que proveen los centros de gravedad de nuestras esperanzas, miedos y sueños acerca de la sociedad.

    (Michael W. Apple: "Educación, política y transformación social". En "Utopías-Nuestra Bandera". Nº 220. Volumen II. 2009. "Educación para la democracia").

    jueves, 21 de enero de 2010

    Linux




    Bueno, bueno, bueno.

    Ya tengo al chiquitín, - un Asus EEE PC 901-, más dispuesto que nunca a contribuir en cuerpo, "hardware", y alma, "software", a la Revolución, después de eliminar al menchevique "Xandros" y optar como sistema operativo y guía informático-revolucionario por el "Ubuntu Netbook Remix", de carácter marcadamente bolchevique.

    Que lo sepáis, camaradas, compañeros y amigos.

    miércoles, 13 de enero de 2010

    lunes, 11 de enero de 2010

    El regalo de estas navidades

    Pues ahí queda una foto del regalo, no de un regalo, si no del regalo de estas navidades.




    Me dirá el camarada Ivanov que soy un folklórico, la "Camarada de las Juve" que ni se me ocurra sacarlo de casa, para luego esconderlo ..., el camarada Fernando lo mirará y pondrá cara de "este tío está colgao", "Bolche" se sonreirá, pensando "hete aquí a un camarada orgulloso y presumiendo de ser comunista", ...

    Gracias mil, hermana, todo un detalle.