jueves, 12 de abril de 2012

Museo del Ferrocarril de Las Matas

Hace ya algún tiempo, el Presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Las Matas (AFEMAT), Pablo Rubio,  nos invitó a visitar el Museo del Ferrocarril, verdadero orgullo de la propia Asociación y de la barriada de Las Matas.




Orgullo, porque es la Asociación la que se ha encargado de la búsqueda, recopilación, recuperación y restauración del material que atesora el Museo.


Orgullo, también, por la dedicación y el cariño con el que siguen ligados a lo que fue un día su trabajo, su profesión, y que a día de hoy siguen intactos. Sólo hay que preguntarles por sus diferentes oficios para observar cómo se les iluminan los ojos y te van desgranando cómo comenzó siendo su trabajo, su penosidad, y cómo evolucionó, mientras te muestran en las vitrinas las herramientas de las que fue su trabajo cotidiano.


Orgullo, cuando te sorprendes de la excepcionalidad de alguna maqueta y te comentan, con la ilusión de alguien enamorado de su trabajo, la aventura de su adquisición para que luzca en el Museo y pueda ser admirada.


Orgullo, al comentar la fidelidad en la reproducción de una maqueta, las diversas conexiones con el centro de mandos, los detalles mínimos que la dotan de verosimilitud y te responden sonriendo, encogiéndose de hombros y, como todo coleccionista insatisfecho de por sí, que aún queda mucho por mejorar, que hay algo que no funciona del todo bien y que habría que dedicarle un poco más de tiempo.


Orgullo para enseñarte la locomotora Mikado 141-2240, ponerla en marcha, y observar cómo reaccionas ante una pieza única, sólo se fabricaron 140 unidades, para después pasarte a comentar la odisea que supuso localizarla, conseguirla y traerla hasta Las Matas.




Orgullo de formar parte de la extensa familia ferroviaria, de haber compartido más allá del trabajo, vivencias en su barrio de Las Matas, cómo ha ido cambiando, la puesta en marcha de la Asociación, del Museo, las negociaciones con el Ayuntamiento, ...


Orgullo, ilusión, tesón cuando te desgranan con todo lujo de detalles cuáles son sus siguientes proyectos, cómo una colección y un museo es, por definición, una obra abierta. Pero ellos ya los tienen en su corazón y quieren compartirlos, para hacer de sus ilusiones, de esos proyectos que podrían hacerse, algo común, y que a buen seguro se harán.


Ya lo creo que se harán. Y estaréis de nuevo orgullosos de mostrarlos, comentar sus características, con cariño y paciencia para aquellos que somos profanos en ese mundo, y os entretendréis en las anécdotas de cómo han llegado hasta Las Matas.


Nos volveremos a ver, amigos, en el Museo.


(El Museo del Ferrocarril de Las Matas se encuentra en la calle San José Obrero, s/n. Puedes visitarlo todos los sábados por la mañana de 11 a 2).

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